Elevo la vista, contemplo el cielo
cierro los ojos, abro los brazos
como si volar quisiese
cae la lluvia en mi cara
empapa todo mi cuerpo
empiezo a girar
como si de un baile tratase
salgo de mi cuerpo
a través de mi mente
entro en otro mundo
ignoro todo a mi alrededor
abandono toda emoción
no hay miedo
no hay dolor
aparecen las lágrimas
que se deslizan por las mejillas
y se emparejan con las gotas de lluvia
para engendrar un nuevo ente:
el puente que une la tierra y el cielo.